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Las zapatillas blancas son un básico que nunca pasa de moda. Sin embargo, mantener el color blanco impoluto es misión imposible y, cuando son nuevas, no es tarea fácil. De hecho, hay gente que renuncia a comprar zapatillas blancas porque suelen asociarlo con suciedad nada más estrenarlas.
Por ello, hoy en el blog de Natural World queremos daros algunos trucos para que tus zapatillas blancas estén siempre perfectas, ¡Sigue leyendo!
Lo más importante es saber cuándo debemos ponernos nuestro calzado blanco para no llevarnos una decepción. Por ejemplo, si vamos a salir de fiesta no es recomendable ponérnoslas ya que corremos el riesgo de que lleguen negras.
Aunque bien es cierto que en las droguerías podemos encontrar muchos productos para cuidar nuestro calzado, es mucho más recomendable utilizar agua y jabón, y frotar con un cepillo y con mucho cuidado.
Cuando las zapatillas son de piel, es mejor no utilizar ningún tipo de jabón. Con un paño húmedo bastará para que no se dañen y te queden perfectas.
El lavado a máquina no se suele recomendar a no ser que el material sea lo suficientemente resistente. En caso de que no quede más remedio que meterlas en la lavadora recomendamos usar un programa corto con agua fría o especial para prendas delicadas.
Se recomienda poner las zapatillas en la lavadora sin ninguna otra prenda y dejar secar al aire.
Hoy en día podemos encontrar sprays que funcionan impermeabilizando la superficie de forma que la suciedad y las manchas no penetran en las fibras del zapato.
Es importante eliminar las manchas de las zapatillas lo antes posible para evitar que estas penetren en los tejidos.
Otra forma de mantener nuestro calzado ileso es guardarlo en bolsas de tela o en su propia caja de cartón, nunca expuesto al sol ya que los rayos UV contribuyen a que nuestras zapatillas se destiñan. Para evitar el deterioro podemos protegerlas colocando papel absorbente en su interior.
Como puedes ver, limpiar tus zapatillas ecológicas de forma que estén tan blancas como el primer día es muy sencillo. ¡Ya no hay escusas!